

Con marcado sabor navideño -6 de los temas que lo componen son villancicos- se grabó este trabajo en los estudios Discan de la ciudad de Telde. Incluye canciones que se convirtieron en imprescindibles en los conciertos de Navidad de Los Gofiones: “Mi estrellita” de nuestro compañero y director en esa época Francisco Chirino, “Los Reyes Magos”, “Ay, para Navidad”, etc… Entre los temas no navideños, destacan “La noche en Arguineguín” de Néstor Álamo y “Malagueñas de sal, retama y llano” de José Manuel Pérez “el Patillas”, junto con otros temas habituales del repertorio de la época.
Palmero, sube a La Palma y dile a la palmerita que se asome a la ventana que su amor la solicita. Cuando yo llegué a La Palma y al ver el campo tan verde, la pena me entró en el alma por dejar la cabra en Telde. En el Cubo de la Galga, bajo de un almendro en flor, le dio mi padre a mi madre el primer beso de amor. Las campanas de Las Nieves suenan con mucha dulzura, que le sirvió de crisol un molde de rapadura. Palmero, sube a La Palma y dile a la palmerita que se asome a la ventana que su amor la solicita.
Somos costeros arriando velas, largando al viento la rumantela. Echa ron, ventorrillero. turronera, pon turrón. Hoy no cantamos ¡sardinas frescas!, hoy pregonamos ¡viva la fiesta! Echa ron, ventorrillero. turronera, pon turrón. El roncote no pica, compadre, porque es peje de altura y pelea, pero déjelo estar que yo tenga buena liña y “carná” de la buena. Es moreno mi niño y tan alto que no pasa su busto esa puerta, yo soy chica y también morenita entradita en cintura y dispuesta. Somos costeros arriando velas, largando al viento la rumantela. Echa ron, ventorrillero. turronera, pon turrón. A él le toca pescar en el agua, y me toca pescar a mí en tierra, esta noche lo engodo en la taifa y después lo entrasmallo en la iglesia. Yo no tengo la culpa, compadre, de quererlo y querer que me quiera. San Cristóbal la tiene “toíta”, que el enralo empezó por sus fiestas. Somos costeros arriando velas, largando al viento la rumantela. Echa ron, ventorrillero. turronera, pon turrón. Hoy no cantamos ¡sardinas frescas! Hoy pregonamos ¡viva la fiesta! Echa ron, ventorrillero. turronera, pon turrón.
Cabra loca, cabra loca y el cabrero que las guarde, que si yo fuera cabrero... ¡Ah, mal rayo la cabra! Perro, búsquela; ‘chá pasquí, pasá pon simba, jaira, chate jay. La cabra que al monte tira aunque le pongan pateras, siempre jalará pa'l risco nunca pa' la carretera. Fielatero no dispares que no traigo contrabando, sólo unos ojitos negros que me están desesperando. La mujer cascabelera es como la cabra loca, que salta de roca en roca pero en ninguna se queda. Si quieres vivir feliz y la vejez alcanzar, nunca guardes cabras locas y recuerda este cantar: Cabra loca, cabra loca y el cabrero que las guarde, que si yo fuera cabrero, cabras locas no gardare. Otra “vei”, ¡ah, mal rayo el perro! cha pasquí, pasá pon simba jaira, chate jay.
Y te trajeron de lejos, malagueña, malagueña, que te trajeron de lejos, eres gaviota viajera que vas dejando reflejo en tu canción lastimera. Desde Andalucía tu alegre cantar arribó a esta tierra y se puso a cantar. Es mi cantar como el aire que inflama esta tierra mía, es como el mar cuando brama sobre las rocas bravías con gusto a sal y retama. A sal y retama, a viento y marea, a tierra reseca, a gofio y jarea. Las garzas cantan con la malagueña que traje aquí desde la tierra mía y Venezuela llora con Canarias de sentimiento con nuestra melodía. Venezuela hermana, canto y armonía, vibran en tu llano las Canarias mías.
Adiós, prenda de mi alma, cómo te apartas de mí, cómo jugaba la luna en el mar, la noche en Arguineguín. ¡Ay, que solito me aparto!, me voy como pan sin sal, pero quedas en la tierra a que tu amor volverá a ver jugando a la luna dulcemente con el mar. Yo sé que me esperas y es porque me quieres, porque me has querido. Mirando a la luna sobre las espumas, que tu amor se ha ido. Desde Maspalomas hasta Veneguera, como tú ninguna. Que se “ascore” en la mar y se ahogue de llorar cuando sale la luna. Adiós prenda de mi alma, cómo te apartas de mí, cómo jugaba la luna en el mar, la noche en Arguineguín.
Llegaron ya, los Reyes eran tres: Melchor, Gaspar y el negro Baltasar. Arrope y miel te llevarán y un poncho blanco de alpaca real. Changos y chinitas, duérmanse que ya Melchor, Gaspar y Baltasar todos los regalos dejarán para jugar mañana al despertar. El niño Dios muy bien lo agradeció, comió la miel y el poncho lo abrigó y fue después que los miró y a media noche el sol relumbró.
Nochebuena, Nochebuena, ay, para Navidad, ay, mi paloma quebradeñita, te vendré a buscar. Te vendré a buscar casi al aclarar, charangos y guitarras, paloma, para festejar. Ay, mi paloma quebradeñita, te vendré a buscar. Una estrella se ha perdido, ay, para Navidad, y en la capilla de la Quebrada seguro estará. Seguro estará para festejar esta nuestra alegría, paloma, de la Navidad. Y en la capilla de la Quebrada seguro estará.
Siete estrellas del cielo cayeron y a besar al Atlántico fueron y otra bajó, anunciándole al guanche su Dios. Abora llamaron al niño que les vino del cielo. Reinó la alegría y en la Nochebuena decían. Decían, la Nochebuena decían. Decían, la Nochebuena decían. De cada isla vinieron los reyes guanches a verlo: de Tenerife, Tinguaro, de Gran Canaria, Doramas y de La Palma, Tanausú, todos guiados por una luz. Bajaron del campo los guanches trayendo en el alma sus voces, cantando tajarastes y otros el sirinoque. Al son de los bueyes viene el canto del bueyero. Reinó la alegría, y en la Nochebuena decían. Así le cantaron todos los pueblos. Así le cantaron todos los pueblos. De cada isla vinieron los reyes guanches a verlo: de Tenerife, Tinguaro, de Gran Canaria, Doramas y de La Palma, Tanausú, todos guiados por una luz.
La alegría llena los corazones, nuestro niñito Dios nos ha traído la paz, la paz que tanto ansiamos, la felicidad. Mi estrellita ya se fue por el camino que hizo la fe. La alegría llena los corazones, nuestro niñito Dios nos ha traído la paz, la paz que tanto ansiamos, la felicidad.
Din dan din dan Suena campana armoniosa, suena sin cesar din dan din dan que el niño triste al oírte se pondrá a cantar. Tu tañido trae la dicha en la Navidad y un mensaje de esperanza a la humanidad. Los niños pobres preguntan ¿dónde está San Nicolás? y los niños ricos juegan felices en Navidad. Din dan din dan Suena campana armoniosa, suena sin cesar din dan din dan que el niño triste al oírte se pondrá a cantar. Tu tañido trae la dicha en la Navidad y un mensaje de esperanza a la humanidad. Triste se ve el huerfanito caminando en Navidad, que no tiene ni juguetes ni el calor de su mamá. Din dan din dan Suena campana armoniosa, suena sin cesar din dan din dan que el niño triste al oírte se pondrá a cantar. Tu tañido trae la dicha en la Navidad y un mensaje de esperanza a la humanidad.
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