

Primer trabajo realizado bajo la batuta de Víctor Batista, significó una actualización de los sonidos, arreglos y métodos de trabajo del grupo. Sobre aires tradicionales creamos textos originales, recorriendo el panorama musical del archipiélago. De este álbum nació para la historia el emocionante “Gran Canaria” de Manuel R. Melián. La creación de José P. Olivares, “Nuestra Vela Latina” se convirtió en el himno oficial de la Federación de Vela Latina Canaria. De la inspiración de Rafael Tejera y Manuel R. Melián surgió “En abril de romería”, dedicado a nuestro querido Tegueste y que ha tenido la mejor acogida entre los teguesteros.
Empezando febrero,
mazapán tengo allá en Tejeda.
En flor está el almendro
y los riscos perfuman la primavera.
Hay serote en la cumbre, ¡trae la estameña!
Junio, noche de brujas,
hogueras prende la Gran Canaria.
¡Viva San Juan de Arucas!
¡Viva San Juan de Telde y el de Las Palmas!
Con tanto Sanjuanito, ¡pobre de mi alma!
Agosto en Agaete,
bailo la Rama con morisquetas.
La banda está tocando
y yo quiero belingo hasta la retreta.
¡Ojalá que me aguante bien las chancletas!
En septiembre ya estamos
pa’l Pino, niña, de romería,
que es la fiesta mayor
de toda Gran Canaria, la tierra mía.
Voy a afinar el timple pa’ las folías.
El “volaor” del Charco
ya está estrallando allá en La Aldea.
Al agua voy entrando
para trincar la lisa que se menea.
¡Con la tranca que tengo, no sé si “puea”!
Te llevo en el corazón,
te amo con el alma,
vivir en ti es mi razón,
¡ay, mi Gran Canaria!
En los poros de mi piel,
dentro en las entrañas,
eres mi razón de ser,
¡ay, mi Gran Canaria!
Formas parte del total
de siete esmeraldas,
en ti me quiero quedar,
¡ay, mi Gran Canaria!
Y si tu ausencia está en mí,
mis ojos se empañan
cuando me acuerdo de ti,
¡ay, mi Gran Canaria!
Una roca, un corazón
con el fuego de la lava,
y el Atlántico pone canción
cuando va a besar tu playa.
Mar sangre y roca pasión,
mi querida Gran Canaria.
Déjame cantar folías,
folías con toda mi alma,
se me nubla la garganta.
Folías, siempre folías.
La emoción y los recuerdos
viven en tu voz cansada,
tus coplas enamoradas
lanzan a los cuatro vientos
folías apasionadas.
Regálame otra folía,
viejo cantor de antaño,
que no se calle tu canto,
que es canto de amor y vida,
canto de penas y llanto.
El alma tengo tan llena
de todo el dolor vivido,
que solo falta tu olvido
para que muera de pena,
triste, sólo y abatido.
De la tierra, la luchada,
la nobleza en el bregar,
nuestra gente marinera
tiene su brega en la mar.
Patrón agarre la caña
y dígale al escotero
que calce pronto la escota
y se prepare el murero.
Salimos por sotavento
y nos llevan cuatro esloras,
una tumbada y, de un largo,
llegamos a San Cristóbal.
Es nuestra vela latina
lucha contra viento y mar,
poco bote, mucho trapo
y sin miedo a trabucar.
Después viramos pa ́fuera
y vamos cogiendo altura,
con la bolina ceñida
echan chispas las amuras.
Es la última tumbada,
todo el mundo pa’ la banda,
se oye el grito del patrón
enfilando la bocana.
El botón está a la vista
y ansioso estoy por llegar,
el rival viene “pegao”
pero vamos a ganar.
Es nuestra vela latina
lucha contra viento y mar,
poco bote, mucho trapo
y sin miedo a trabucar.afl
El baile del vivo
no lo sé bailar,
que si lo supiera
ya estuviera allá.
Virgen de los Reyes,
ayúdame a entrar
en el alma herreña
pa ́ hacerla bailar.
Doña Valentina,
luz de mi tambor,
como a tantos hijos
de El Hierro alumbró.
Arriba, arriba,
arriba está
el que nos quita
y el que nos da.
Tu vivo, vivito,
isla de Eceró
me atrevo a cantarlo
que a bailarlo no.
Toca vivito
pasiadamente,
que aunque no baile,
me gusta verte.
Queso de cabra,
gofio amasando,
los corazones
vamos juntado.
Arriba vivito,
arriba el tambor,
golpito a golpito
vibra el corazón.
El baile del vivo
no lo sé bailar,
que si lo supiera
ya estuviera allá.
No te extrañe mi pasión,
que en Lanzarote he nacido
y un volcán llevo encendido
en el mismo corazón.
Enciende Tinajo
calor de volcanes,
sal en el Janubio,
vino en tus lagares.
En la tierra conejera
tengo un amor escondido.
De La Graciosa hasta El Río,
entre el Janubio y La Geria,
palpita el corazón mío.
Sombrean Teguise
palmeras de Haría,
Arrecife canta
con vino de Tías.
Eres rosa del viento,
eres dulzura,
sal camello y arena,
Fuerteventura.
Son las noches majoreras
noches de brisa y canciones,
noches de luna y estrellas
noches que encienden amores.
A una niña majorera
declaré en verso mi amor,
y antes de que terminara
corriendo fue y me besó.
Cuando le doy un beso
a una majorera
siento el alma por dentro
cómo se quema.
Voy a sacar la guitarra,
la contra y el timplillo,
pa’ cantarte, Maxorata,
mis tonadas al oído.
Con la contra y el timple
y una guitarra,
una buena machorra
con queso cabra.
Pájara y Antigua me enamoran,
Betancuria me da su calor,
aires de parranda, Puerto Cabras,
La Oliva y Tuineje el corazón.
Terrero, terrero
me pide el tambor.
Terrero, terrero
pa’ bailar mi amor.
Al medio repique
y al repique entero,
que este sirinoque
es el que yo quiero.
Como las mozas no vienen,
pa’ empezar a principiar,
yo voy calentando el pico
con los mozos del lugar.
Como ya te veo venir,
antes de empezar te digo,
ponte bien la dentadura
pa’ que te metas conmigo.
Y sigan y sigan
y sigan siguiendo,
que este sirinoque
me va divirtiendo.
Tres años estuve
con tío Juan Andrés
y nunca le vide lavarse los pies.
El día que yo me vaya,
que no haya luz en mis ojos,
que descanse con mi amada,
mi guitarra y mi cachorro.
La guitarra y no el cachorro
deberías de colgar,
como otras cosas que cuelgan,
demasiado ya a tu edad.
Cuando yo empecé a cantar
tu padre no había ni puesto
la bicha en no sé que sitio
que salió tal esperpento.
Los ancianos de este grupo
son como bestias tullidas,
que no están ya pa' labrar
ni el chiquero ‘e la cuchina.
Las bestias que labran vetas
poco saben de cosechas,
que no sólo con labrar
sale la planta derecha.
No vienen las mozas,
me voy a dormir.
Bien me lo he pasado,
me duermo feliz.
Este sirinoque
lo canto yo aquí,
en La Palma quiero
te acuerdes de mí.
De chiquillo en biberones
me lo metieron ajecho,
hoy, un galletón ya hecho,
me lo meto en escaldones.
Se lo mete en escaldones
hoy, un galerón ya hecho,
se lo metieron ajecho
de chiquillo en biberones.
Le aguanto dos cachetones
a un hombre de pelo en pecho,
soy un gallo por derecho
con un buen par de espolones.
Con un buen par de espolones
es un gallo por derecho,
a un hombre de pelo en pecho
le aguanta dos cachetones.
Es el gofio caballero
alimento extraordinario,
que mantiene a los canarios
mayormente sin dinero.
Mayormente sin dinero
se mantienen los canarios,
con el gofio, caballero,
alimento extraordinario.
Se me apeteció una vez
ese maíz milenario,
no es comida de a diario
porque produce acidez.
“Porque produce acidez
no es comida de a diario”
Nuestro millo milenario
“se le apeteció una vez”.
Oiga amigo, no se arreche,
considere que tal vez
se le pegó la acidez
por no andar muy bien la leche.
Por mor de una mala leche
se han cagado más de diez.
No lo digo por usted,
¡pa’ otra vez no se la eche!
Ya se acabó el escorroso,
canario agarre el zurrón,
se lo recuerda un gofión:
¡nunca le hará daño el gofio!
Ni al puño, ni en un sancocho,
ni “escaldao”, ni en chicharrones.
Lo “afiansamos” Los Gofiones:
¡pueden “jartarse” de gofio!
Estamos en abril de romería,
cantando vamos todos pa’ Tegueste,
porque en un lindo pueblo como este
dan ganas de cantar de noche y día.
Zurrón de gofio, vino y garbanzas,
la fiesta se convierte en tradición,
barcos que navegan por las calles
cargados con fuego de ilusión.
Romería de San Marcos,
popular y parrandera,
artesanía en los barcos
decoradas sus carretas.
Ya los tocadores están afinando
para que Tegueste se vaya animando.
Tegueste, Tegueste, pueblo de romeros,
canta con nosotros aires parranderos.
Traemos de La Gomera
los secretos que ella encierra.
Los silbos con sus risquetes,
con sus palmas guaraperas.
Chácaras de barbuzano,
de castaño o de morera.
El tambor de piel de cabra
con los aros de mimbrera.
El guarapo en miel de palma,
las cuajadas, la mistela.
Arure, Agulo, Imada,
Tamargada y Alojera.
Nos cantan los años nuevos,
por barrancos y laderas.
Traemos de La Gomera
los secretos que ella encierra.
Dominando tus alturas,
una montaña gigante, tan elegante
que resalta tu hermosura
y la abriga con ternura
La Esperanza con su monte.
Resalta en el horizonte
tu silueta inconfundible
haciendo real lo imposible:
que mar y cielo se toquen.
Al Teide subí
soñando con ella
y encendió la noche
una folía de estrellas.
Un día de romería,
cantando isas al viento
con sentimiento,
te vi entre las celosías.
Después canté por folías
cuando la noche llegaba.
Canté por si te asomabas
y al oscuro pude verte.
¡Ay, si tuviera la suerte!
que de mí te enamoraras.
Desde La Laguna
hasta Santa Cruz,
bajando La Cuesta
es donde vives tú.
Con un timplillo de cuatro cuerdas
y una guitarra
canto las seguidillas
en tu ventana.
Vino de Tacoronte,
vengo enralado
y me atrevo a cantarte,
enamorado.
Serenata en la noche,
ay quién pudiera
robarte un beso niña,
mi chicharrera.
A la luz encendida
suenen saltonas,
las cuerdas serenitas,
que ella se asoma.
Toque y écheme vino,
otra perrita
y verán, si se asoma,
cosa bonita.
Sentimiento en el alma,
guitarra y timple
y mi chicharrerita
es Tenerife.
El zurrón del gofio
yo lo traigo aquí,
el que quiera gofio
me lo pide a mí.
Uvas tiene
la parra del cura,
uvas tiene
pero no maduran.
Dices que te vas
para La Gomera,
dices que te vas
pero no me llevas.
Una casita en el campo
y una mujer que me quiera,
un barrilito de vino
y luego que lluevan penas.
Ya vienen los carnavales
por la punta de La Isleta,
el que no tenga pañuelo
se toca una pañoleta.
Tus ojos, morena
me mana a mí
y yo sin tus ojos
no puedo vivir.
Yo te diré la divisa
de mi tierra hospitalaria,
allí donde oigas la isa
está el alma de Canarias.
Mariquilla ‘el Pino
la “pantorrillúa”
se mea en la cama
y dice que “súa”.
Todas las tardes, Pinito
se las pasa en el balcón,
compuesta como una burra
y más fea que un riñón.
La lucha canaria tiene
cuatro aspectos de fechada:
mano arriba, mano abajo,
cogotera y levantada.
Por allí se fue,
por allí traspuso
la vieja y el viejo,
la rueca y el huso.
El zurrón del gofio y
o lo traigo aquí,
el que quiera gofio
me lo pide a mí.
CORO EN SOLOS:
No corras tanto,
vete despacio.
Sana que sana,
culo de rana.
Rema que rema,
Juan de la Peña.
Rabo llevas, rabo llevas,
si no te lo quitas
siempre lo llevas.
No seas bejunco,
echa pa’l surco.
Islas Canarias,
las más bonitas.
¡Ay, San Nicolás,
me cago en diez,
no puedo más!
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