

Primera incursión del grupo en la música sudamericana, surgió de una idea inicial de recopilar canciones con nombre de mujer. El grupo vivía una nueva etapa, con la dirección de Carmelo Santana y la incorporación de nuevos componentes. Fue grabado en Estudios Manzana (La Laguna) y contó con la colaboración de José Pérez Olivares, en el requinto y cuatro venezolano. En este álbum, el grupo utilizó por primera vez tres cubano y diversos instrumentos de percusión latina.
Te lo voy a decir cantando
porque sé que de otro modo no me atrevo,
cada vez que yo pretendo conversarlo
me desvío del tema sin quererlo.
Te lo voy a decir con mis canciones
porque sé que con hablarlo no me expreso,
es que yo no pretendo repetirlo,
se me olvidan los ensayos y no puedo.
Voy a hacer un nuevo intento con las notas
que se tejen en el fondo de mi alma,
sin saber se confunden de emociones
o se enredan con mi propio sentimiento.
Te lo voy a decir cantando,
eso mismo que yo sé que no me atrevo.
Qué difícil me ha sido confesarlo,
el quererte decir que yo te quiero.
Pasaste ayer como brisa fugaz
y me quedé con tu dulce mirar,
después te vi una clara noche
cerca de mi como llama de amor.
Rosario, toda la luz del mundo
parece que se fundiera en mí.
Te vi pasar como rumor viajero
y quise hablar para decir te quiero.
Rosario eres rayo de luna
que pasa queriendo florecer.
Rosario, provoca mi vida
besar tu boca.
De la marimba al son te conocí
y al contemplarte fui de la ilusión
el prisionero que viene a cantarte
las penas de su corazón.
De la marimba al son que al cantar
en el embrujo de la noche azul
me va diciendo que eres la mujer
que ya nunca lograré olvidar.
Y pido a Dios que nunca pueda ser
mejor destino el de mi corazón
que de tus ojos recibir la luz,
de tus labios el primer amor.
Fue el florecer
de una leyenda de amor,
que roba mi corazón
para ti, linda mujer.
De la marimba al son te embrujaré
y el alma entera perderás
entre las redes de mi amor
y entre las notas de cristal.
Ven junto al mar donde yo estoy
esperando por ti,
preguntando por ti
a las olas donde guardo mi recuerdo.
Rezo tu nombre en mi canción
Margarita, Margarita
sin tu amor
en la arena yo me pierdo.
Vi tu pañuelo blanco
como tu alma
diciendo adiós.
En estas horas muertas
de mar en calma
oigo tu voz.
Lejos de ti no viviré
Margarita,
porque siempre, Margarita,
te amaré.
María Elena eres tú flor del jardín,
María Elena eres tú flor para mí.
Tuyo es mi corazón,
oh, sol de mi querer,
mujer de mi ilusión
mi amor te consagré.
Mi vida la embellece
una esperanza azul,
mi vida tiene un cielo
que le diste tú.
Tuyo es mi corazón,
oh, sol de mi querer,
tuyo es todo mi ser,
tuyo es mujer.
Ya todo el corazón
te lo entregué.
Eres mi fe,
eres mi Dios,
eres mi amor.
Recuerdos de una ayer que fue pasión,
el suave titilar que ayer yo vi,
en tu dulce mirar tu amor sentí,
tu cara angelical, rosa de abril.
Cómo quisiera yo amar y ser
la mística oración que hay en ti,
pero al no sentir tu raro amor de ayer, mi estrella solitaria llorará de amor.
Dame la tierna luz
que tiene tu mirar,
que es como el titilar
de una estrella de amor
Y en éxtasis profundo de pasión
mis versos tristes yo te brindaré
y en tu lozana frente colgaré
la estrella de este gran amor.
Linda flor de alborada
que brotaste del suelo
cuando la luz del cielo
tu capullo besaba.
De las rosas encanto,
el pensil te ama tanto
que ya loco de amor
siente celos del ave,
del aire y del sol.
Marta, capullito de rosa,
Marta, del jardín linda flor,
dime qué feliz mariposa
en tu cáliz se posa
a libar tu dulzor.
Marta, en tus claras pupilas
brilla una aurora de amor.
Marta, en tus ojos azules
de inefable candor,
veo en ellos a Dios.
Como rosa que pierde su aroma, así era mi vida,
como nave que está a la deriva, sin rumbo y sin calma.
Triste y solo buscaba un olvido que alegrara mi alma
y en las tinieblas de mi dolor apareciste tú.
Como un encanto, tus ojos quitaron las penas
que en mi corazón dejara otro amor.
Como una magia divina, tus besos
encendieron de nuevo la llama de mi corazón.
Y al mirar tus ojos,
veo convertidas
en flor las heridas
que deja otro amor.
Y ahora tu aroma de encanto,
perfuma mi vida,
linda flor de ausencia,
dulce inspiración.
Eres la flor que me inspira,
reina de mis ilusiones,
por ti mi alma suspira,
oh, rosa de mis amores.
Cien guajiras de un montón
me salieron al encuentro,
ven que te espero un momento,
dueña de mi corazón,
Llegaste a mi corazón
para alegrarme la vida,
ven, que te espero guajira
para entregarte mi amor.
Donde el río se queda
y la luna se va,
donde nadie ha llegado
ni puede llegar,
donde juegan conmigo
los versos en flor,
tengo un nido de plumas
y un canto de amor.
Tú que tienes los ojos
mojados de luz
y empapadas las manos
de tanta inquietud,
con las alas de tu fantasía
me has vuelto a los días
de mi juventud.
Pequeña, te digo pequeña,
te llamo pequeña con toda mi voz.
Mi sueño que tanto te sueña
te espera, pequeña, con esta canción.
La luna, qué sabe la luna
la dulce fortuna de amar como yo.
Mi sueño que tanto te sueña
te espera pequeña de mi corazón.
Por la playa camina la Bikina,
la gente se pone a murmurar,
dicen que tiene una pena,
dicen que tiene una pena que la hace llorar.
Orgullosa, altanera y pretenciosa,
por ninguno se deja cortejar.
Pasa luciendo su gran majestad,
sigue la ruta de un sueño sin volver atrás.
La Bikina tiene pena y dolor,
la Bikina no conoce el amor.
Por la calle camina la Bikina,
la gente se pone a murmurar,
dicen que alguien ya vino y se fue,
dicen que pasa la vida soñando con él.
Una rosa pintada de azul es un motivo,
una simple estrellita de mar es un motivo,
escribir un poema es fácil si existe un motivo
y hasta puedes crear mundos nuevos en la fantasía.
Unos ojos bañados de luz son un motivo,
unos labios queriendo besar son un motivo.
Y me quedo mirándote a ti
y encontrándote tantos motivos,
yo concluyo que mi motivo mayor eres tú.
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